*¿Qué necesidad?

Alberto Witvrun.-El fin de semana se inició una confrontación verbal entre dos de los más fuertes aspirantes a las candidaturas a gobernador del estado por las principales fuerzas políticas en Hidalgo, situación que no es la más adecuada en el escenario actual donde dos importantes regiones de la entidad enfrentan una complicada situación por la inundaciones generadas por el incremento en las avenidas de agua de la Ciudad de México y zona metropolitana por las atípicas lluvias que azotan el Valle de México.

Los mensajes directos aunque sin nombre, no abonan en nada a un clima de estabilidad política que permita al gobierno del estado a avanzar en las gestiones ante la federación para que la ayuda llegue lo más pronto posible, ante la enorme afectación económica que sufren miles de hidalguenses que tendrán que empezar de nuevo a formar un patrimonio perdido por este problema, que dicen pudo evitarse.

En este tema, no importa quien empezó y quien se enganchó, bajar al nivel de insultos el debate político, no es lo mejor, debe ser la oferta política y el proyecto de gobierno lo que debe estimular la participación ciudadana, no la narrativa pendenciera, como la vieja tradición de barrio de “haber quien escupe más lejos” antes de empezar una pelea en aquellos tempos a puño limpio, sin patadas ni agarrando piedras.

Más cuando aún no se conocen las decisiones que vayan a tomar sobre las candidaturas sus respectivos partidos, que están deshojando las margaritas sobre cual perfil es el más conveniente para que los representen en la contienda constitucional que legalmente empieza en diciembre con la declaratoria formal por parte del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEEH).

Polarizar a la sociedad no es bueno para nadie, porque si desde ahora el debate se abarata, sin importar quienes sean y cuántos sean los candidatos en la contienda constitucional se corre el riesgo de que el proceso se caracterice por la diatriba y la guerra sucia, lo que no es bueno para los hidalguenses, sin importar el resultado en las urnas electorales.